La inteligencia consiste no sólo en el conocimiento, sino también en la destreza de aplicar los conocimientos en la práctica.
Aristóteles
Lamento decíroslo pero perder masa grasa depende en gran mayoría de la dieta. Así que si os entran las irresistibles gana de comer algo “guarro” pensando que lo vais a quemar haciendo media hora más de cinta, estáis muy equivocad@s.
Recuerdo que cuando asistí al seminario de Cordain en Roma nos contó cómo se rieron unos aborígenes del Amazonia llegados a Nueva York para una conferencia sobre el medio ambiente, cuando le explicaron el porqué la gente corre en Central Park.
En fin, se piensa que existieron hasta 20 especies homínidas en la división evolutiva entre homínidos y pongidos (simios) hace 5-7 millones de años; y ninguna de ellas hacía actividad física con la intención de entrenar el cuerpo. Hasta que no llegó la revolución agrícola. Por ser más especifico, hasta que no se llegó a la mecanización de la agricultura, la relación comida asumida/calorías gastadas era equilibrada. Pero hoy en día esto se ha revertido. Y como han demostrado varios estudios y metaanálisis, el volumen de actividad física que podemos llegar a alcanzar, debido a nuestro estilo de vida, no es suficiente para tamponar la cantidad de calorías que tragamos.
¿Entonces para qué me sirve la actividad física?
Otros datos indican que además de mejorar las capacidades y las habilidades físicas, sirve para mantener los resultados conseguidos con la dieta.
Por otro lado, hacer actividad física influye en nuestra producción hormonal que tiene un gran poder sobre la actitud. Una persona físicamente activa normalmente lo es también a nivel mental. Por decirlo en dos palabras, el ejercicio te pone de buen humor, y eso es algo fundamental para enfrentarse de manera productiva a la vida de todo los días y aun más a un cambio de alimentación.
También es verdad que muchas veces no nos damos cuenta de cuánta grasa tenemos acumulada hasta que no empezamos a adelgazar. Si el cuerpo no está acostumbrado a utilizar la grasa como fuente de energía esta tiende a endurecerse dejándonos la impresión de que estamos bien porque no vemos colgar nada 🙂 .
Pero cuando empezamos con un programa de pérdida de peso también empezamos a movilizar el tejido adiposo que se volverá más blando dejándonos al descubierto y con una apariencia más flácida. El peso en la bascula empieza a bajar rápidamente y al no tener suficiente masa muscular aparentaremos demasiados flacos o con un aire un poco enfermizo.
¡Este es un punto crucial! Aquí la mayoría se echa atrás porque se van sumando las pocas ganas de hacer dieta, con un aspecto que no nos gusta, la gente que te rodea que te dice que estás demasiado delgado/a, y a veces una sensación de malestar que podemos achacar a otros dos factores:
- La grasa es un tejido de almacenamiento de tóxicos. Si eres fumador/a y/o utilizas o has utilizado fármacos con frecuencia, o por el simple hecho de comer comida basura, tu cuerpo ha ido almacenando todos los tóxicos de los cuales no consiguió liberarse en su momento, en el tejido adiposo. Por ello una repentina pérdida de peso puede conllevar malestar al principio del proceso de adelgazamiento.
- El azúcar crea dependencia exactamente como una droga. Una dieta para la pérdida de peso suele tener una restricción del consumo de hidratos, aparte de las ganas de comer azúcar podrías experimentar mareos o dolor de cabeza solo por el simple hecho de que estás reduciendo la cantidad de azúcar.
¡No problem! Es una fase que tienes que pasar para desintoxicarte en el sentido literal de la palabra.
Volviendo al tema principal, y es decir, la actividad física en relación a la pérdida de peso, es de fundamental importancia saber que la actividad de tipo aeróbico lactácida te dará más gana de comer hidratos, volviendo todo el asunto más difícil de soportar a nivel psicológico. Porqué… sí quieres adelgazar, pero también te mueres por poderte comer un bocadillo con nutella después de haberte pegado la machacada del siglo.
Me explico mejor por si alguien se ha perdido con la actividad aeróbico lactácida. Es una fase en la cual el cuerpo consume más hidratos que otra cosa, y normalmente es lo que se suele hacer para adelgazar: ir a correr, salir en bici, ir a nadar etc. una hora seguida o más en alguno casos.
¡ATENCIÓN!
no estoy diciendo que no adelgazas, estoy diciendo que tendrás más ganas de comer azúcar. Mejor tenerlo en cuenta a la hora de empezar a entrenar para perder peso.
Por ello, por lo menos al principio suelo aconsejar un trabajo con pesas. Además si no sueles hacer deporte a lo mejor habría que revisar un poco la postura y fortalecer aquellos puntos débiles que podrían perjudicarte si sales a correr por carretera o si pasas mucho tiempo en la bici (por decir lo más común), por el hecho de que tu cuerpo estaría bajo esfuerzo en una situación de mecánica articular desfavorable.
Más info interesante en el próximo artículo.
Leave a reply